Manejo de conducta en odontopediatría
Con este artículo queremos hablaros de algo que es nuestro día a día en la consulta y es la forma por la cual la Odontopediatría no es igual que la Odontología en adultos, por lo cual se recomienda que sea realizada por un profesional especialista en Odontología infantil. Queremos hablaros sobre el manejo de conducta.
Todos sabemos que a los niños las situaciones nuevas o desconocidas pueden generales miedo o incluso estrés, y ello se puede traducir en una actitud en la consulta donde la colaboración puede ser negativa o incluso nula. Todo ello nos puede dificultar la realización de un tratamiento de forma correcta o incluso la valoración del paciente para poder realizar un diagnóstico preciso y certero.
¿Qué es lo que conseguimos con el manejo de la conducta? Tratamos de que el paciente infantil se encuentre lo más tranquilo y cómodo posible frente a esta nueva situación.
¿Es fácil realizar un manejo de la conducta? No, no lo es. Tenemos que adaptarnos a el grado de madurez psicológica, edad, estado de salud, dependencia parental y antecedentes de tratamientos dentales. Por lo que el manejo de la conducta será diferente y único en cada niño.
¿Qué técnicas tenemos para manejar la conducta?
La más utilizada es el DECIR-MOSTRAR-HACER. Con esta técnica lo que intentamos conseguir es en dar una mayor seguridad al niño sobre lo que vamos a hacer o realizar. Para ello utilizamos palabras acordes a su edad y desarrollo para que el niño de manera voluntaria nos permita realizar el tratamiento de forma correcta.
- Primero, les contamos que es lo que vamos a hacer
- Segundo, les mostramos como vamos a realizarlo. Para ello, solemos utilizar material de apoyo como suele ser un peluche para poder mostrar como funcionan los instrumentos que vamos a utilizar, incluso en la mayoría de las veces les damos a ellos los instrumentos para que jueguen con el peluche y ellos mismos realicen lo que luego vamos a hacer nosotros.
- Tercero y por último hacemos exactamente lo mismo que hemos explicado, para generar confianza y tranquilidad en el paciente.
La segunda más utilizada es la motivación o refuerzo positivo. Cuando conseguimos que un paciente, el cual presenta mucho miedo o ansiedad al dentista, pero colabora voluntariamente a la realización del tratamiento necesitamos agradecerle esa colaboración para que continúen con esa actitud. También utilizamos esta técnica en niños que colaborar desde un primer momento, ya que es una forma de premiarles. En nuestra consulta tenemos regalos con los cuales motivarles a que colaboren cada día y creando de esta manera una relación positiva con el dentista.